Audi se pasa a los 48 voltios para decir adiós al Turbo-lag
El mundo del motor es quizás uno de los que más fanáticos tienen. Y como si de equipos de fútbol se tratase, los motores atmosféricos y los motores turboalimentados tienen sus hinchas, sus ultras y sus antis. La lucha entre quien defiende los motores de aspiración natural y los que incorporan la turbina son tan antiguas como la gasolina.
Una de las mayores armas arrojadizas que tienen los hinchas de los atmosféricos para herir el orgullo de los defensores de los motores sobrealimentados es el conocido como “Turbo-lag”, es decir, el tiempo que tarda en funcionar desde que se pisa el acelerador. Un turbo se compone de una turbina que recibe gases de escape y un compresor que comprime aire de admisión. Estas dos piezas van unidas por un eje. Cuanto más caudal de gases de escape se reciben, mayor será la fuerza del compresor, más aire para los cilindros, más potencia si acompaña la inyección de combustible. Sin embargo, hasta que no hay aire suficiente para hacer presión, no hay respuesta. Este es el Turbo-lag.
Para luchar contra ello, los desarrolladores comenzaron a usar diferentes soluciones enfocadas en acabar con esta “lacra”. Una de ellas era el uso de un segundo turbo con una turbina más pequeña que fuese capaz de moverse con poco aire. De esta forma compensaría la tardanza del turbo “mayor” en mover su turbina grande. Otra de las soluciones que incorporan los coches hoy en día es el conocido como turbo de geometría variable, que varía el tamaño de las aspas según se requiera. Ahora, Audi ha dado el siguiente paso.
En mayo, la marca germana de los cuatro aros celebró el 25 aniversario de los motores TDI, y para hacer este cumpleaños más interesante, presentó dos prototipos, el RS5 TDi Concept y A6 TDi Concept. Ambos coches equipaban un turbo eléctrico que dotaba de presión al turbo a bajas revoluciones, acabando con el retraso del turbo. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando Audi ha revelado el funcionamiento de este sistema eléctrico. Los nuevos Concept montan un sistema eléctrico de 48 voltios debido a la gran demanda eléctrica que requiere este sistema. Además de este aumento del voltaje y de las baterías de ion-litio, incorporan un sistema de recuperación de energía para que las baterías no se queden “tiesas” ante la exigencia de potencia.
Las ventajas que esgrime Audi de este nuevo sistema de 48 voltios son numerosas: Cables más ligeros, menor consumo y por tanto menos emisiones, y la posibilidad de que este nuevo sistema eléctrico se encargue de otros sistemas como el Aire Acondicionado o las suspensiones activas.
Sin embargo, tendremos que esperar mínimo dos años antes de ver estas soluciones en los coches de los cuatro aros. Lo que hagan las demás marcas visto el sistema de Audi es una incógnita.