Luis Robles, una vida dedicada al automóvil




Muchas son las pasiones que existen en el mundo. Cada persona se dedica en cuerpo y alma a aquello que le ocupa la cabeza la mayor parte de la vida. Y algunos, con esfuerzo, constancia y determinación, consiguen dedicar su carrera profesional a su pasión. Una de estas personas era Luis Robles, que dedicó su vida a lo que más le gustaba: El automóvil.


Nacido en el barrio de Pirámides, en Madrid, desde joven tenía claro que su futuro estaría ligado al sector de la automoción. Así comenzó su carrera como mecánico, llevando a cabo una encomiable labor que años después le reportaría varios premios en reconocimiento de su buen hacer. Siempre un paso por delante, le gustaba estar al tanto de las novedades del mundo de la automoción. Por ello, en una época en la que los coches eran cada vez más modernos, supo que los mecánicos tendrían que aprender a reparar estos nuevos sistemas. La única respuesta para esta necesidad era la formación continua. Ya no bastaba con los conocimientos de toda la vida. Había que aprender a reparar los coches del futuro.


Luis y su socio Manuel Sánchez comprendieron que el futuro del sector pasaba por la formación continua. Formadores de lunes a viernes y compañeros de taller los fines de semana, Manuel Sánchez y Luis Robles se dieron cuenta de la necesidad de formar a los talleres. Juntos además se iniciaron en el mundo de la reparación de compresores de aire en la década de los 80 y fruto de los buenos resultados, decidieron crear su propio taller especializado. Nacía así Carsmarobe.


Juntos, tras una gran amistad, decidieron apostar por la reparación e instalación de compresores y aires acondicionados. La conjunción de coincidencias de la vida, algo de suerte y mucho esfuerzo, les llevó a ampliar horizontes. Vieron en la formación una salida perfecta a la enorme experiencia que ya poseían. Tras varios intentos, Carsmarobe recibe el visto bueno para llevar a cabo su plan formativo, y deciden que sea el propio Luis quien dirija los cursos. Una experiencia muy positiva que culminaría con la repetición de los planes formativos en los años venideros, convirtiendo a Carsmarobe en un referente de la formación para los talleres mecánicos.


La gran experiencia del taller y de la formación, les llevo a dar un nuevo impulso a la empresa, apostando por un Servicio de Asistencia Técnica Telefónica. Los buenos resultados de este nuevo proyecto, sumados a la calidad reconocida de su formación, situaron a Carsmarobe como una empresa comprometida con los talleres. Un compromiso que llevó a Luis Robles a impulsar la fundación ASBOC de talleres Bosch, la cual presidiría durante varios años y en la que participaba asiduamente.


El futuro que Luis y Manuel tenían trazado para Carsmarobe pasaba por la expansión internacional y la innovación tecnológica, ideas que se gestarían desde la nueva sede abierta en 2013 en Móstoles, en las que se ofrecerían además instalaciones de primer nivel para llevar a cabo tanto clases prácticas como teóricas.

En cuanto a la innovación tecnológica, dotaron a Carsmarobe de departamentos de I+D que desarrollaron una moderna plataforma Online de aprendizaje, una productora audiovisual y un departamento de marketing, prensa y redes sociales, situando, una vez más, a Carsmarobe como líder en innvación en el sector.

El legado de Luis Robles en el sector de la posventa en general y en Carsmarobe en particular es incalculable. Todo el equipo, liderado por su socio Manuel, velará y trabajará duro para cumplir el sueño que tenía Luis, y honrar así su memoria.