Parece que hablar de futuro, autonomía y mundo eléctrico se está convirtiendo en la tónica de mis últimas editoriales. Pero no es que sea, que lo es, obsesión de mi compañía la de mantenerse cerca del futuro. Es que el futuro se palpa cada día y es más presente de los que algunos se animan a reconocer.

Kamaz ha sido la última noticia que ha conseguido retener toda mi curiosidad. Se trata del autobús del Mundial de Rusia, con capacidad para 12 pasajeros y que actúa, de forma autónoma, en las inmediaciones del Kazán Arena.

650 metros a 10 km/h. Ese es el recorrido de la representación del futuro de la automoción en el fútbol de hoy. Sin duda, un perfecto escaparate para mostrar hacia donde nos dirigimos y hasta donde podemos llegar.

Aunque bien es cierto que el autobús, 100% eléctrico por cierto, aún se encuentra en pruebas, de manera controlada traslada aficionados desde la Fan Zone hasta el estadio ruso. Y se espera que salga a producción en el año 2021. Es decir, de aquí a 3 insignificantes años. Incluso antes de que volvamos a vivir un nuevo mundial.

Insisto, no es que sea sólo nuestra obstinación, es que es también la del sector, que avanza. Y, amigos, hay que avanzar a su ritmo. Por eso en Carsmarobe este 2018 hemos ampliado catálogo y en esta segunda mitad del año abriremos plazas a una formación presencial privada de vehículo eléctrico. Pero eso ya lo contaré en septiembre con más detalle. Hoy sólo quiero recordar que éste no es un mundo estático: nos movemos y a muy bien ritmo. En este siglo XXI, ya se sabe, “camarón que se duerme…”.