Un tiempo para cada aprendizaje.
En un sector en constante desarrollo en el que la evolución no se mide en años, si no en meses, es importante que el mecánico profesional esté al día en los sistemas que montan los vehículos, así como en los métodos de reparación y diagnosis actualizados.
Por ello, es imprescindible que el profesional reciba de primera mano una formación continua y recicle todos sus conocimientos para adaptarse a la evolución.
Existen varias maneras de formarse, de mejor o de peor calidad dependiendo de la duración, de los recursos didácticos empleados por la empresa de formación y también de la aptitud del propio formador y su implicación en el curso. Por mi larga experiencia en este sector, he experimentado varios tipos de formación a lo largo del tiempo. Experiencias muy enriquecedoras, en todo caso, tanto por descubrir nuevos métodos como por dejar anotado, y bien, las malas prácticas.
Cursos cortos. Muy cortos (menos de 8 horas).
De una jornada, incluso una tarde. El usuario suele acudir muy motivado, creyendo que aprenderá mucho en poco tiempo. También ocurre que el profesor, al no disponer de tiempo suficiente, no profundiza adecuadamente en los temas. Da ciertas pinceladas, dejando detalles vitales en un mero comentario. Suelen ser cursos de carácter más comercial, menos técnicos, que verdaderamente aporta poco valor al asistente. El profesional que idealizaba la formación en un principio, finalmente se marcha frustrado. Quién además no contaba con conocimientos sobre la materia, suele irse con una noción demasiado general de la materia.
Cursos de duración media (12-40 horas)
Suelen ser muy intensos y pueden llegar a durar varios días en diferentes modalidades de horas por día. Su desarrollo suele ser en capitales por lo que en la mayoría de los casos los técnicos se han desplazado desde otras provincias. Su coste es además elevado, ya que hay gastos de desplazamiento y lo realizan, habitualmente, los mejores técnicos de una empresa.
El asistente acude bastante implicado, también dependiendo de si el curso es de pago adicional o no. La expectativa del curso suele ser muy alta.
En estas formaciones, por su duración, es habitual que se entablen nuevas relaciones profesionales, sobre todo en periodos de descanso con otros colegas, y de esto, obviamente, también se aprende.
Por otro lado, se moviliza mucho material didáctico en este enfoque formativo, impartiéndose siempre en instalaciones que cumplan las expectativas de la formación.
También los ponentes son buenos formadores y mezclan una buena formación con gran experiencia, dotando además al contenido teórico-práctico de experiencias reales que han vivido.