El coche autónomo de Google, loco por las bicis
Que el coche autónomo sea un habitual de las carreteras es solo cuestión de tiempo. Pero mientras ese día llega, los ingenieros de diferentes marcas ya están rodando con sus máquinas en busca de posibles fallos que solucionar. Uno de los mayores escollos que tendrán que superar es el de la circulación fluida: adaptarse a la calle, donde, más habitualmente de lo deseado, lo que ordena el código difiere, y mucho, de lo que hacen los conductores.
El último “encontronazo” del coche de Google no deja de ser curioso. El vehículo, configurado para cumplir “a pies juntillas” las normas de circulación, en ocasiones se encuentra con situaciones que “le vuelven loco”. Así ha sucedido en Austin, Estados Unidos, la ciudad elegida por la empresa para poner a punto su tecnología. En una de las pruebas, el coche llegó a un “Stop” poco antes que una bicicleta. Cuando el vehículo inició la marcha, el ciclista avanzó unos centímetros, haciendo que el coche autónomo parase. Esta situación de “pasa tú; no, pasa tú” se alargó dos minutos durante los que los ingenieros de google, entre risas, introdujeron nuevos parámetros para solventar la incidencia.
El ciclista, relató la historia en un foro de internet, culminando su post con la siguiente frase: “A pesar de todo esto, me sentí mucho más seguro frente a este coche autónomo que frente a un coche conducido por una persona”.