El fraude Volkswagen afecta a 683.626 vehículos españoles



Volkswagen se enfrenta al mayor escándalo de su historia. Según ha acabado reconociendo la propia firma alemana, el software de 11 millones de coches se manipuló para pasar los test de homologación de emisiones contaminantes. Y es que la EPA, la agencia anticontaminación de Estados Unidos, reveló el pasado mes de septiembre que los motores 2.0 TDI de Volkwagen tenían unas emisiones hasta 40 veces superiores a las permitidas y homologadas.


Un sistema denominado Defeat Device fue el motor de esta maniobra por la que un software, al identificar que un vehículo estaba siendo sometido a un test de homologación, modificaba el rendimiento del mismo para cumplir con las emisiones legales. Parámetros como temperatura, régimen del motor o giro del volante estaban registrados en el sistema. Sin embargo, cuando el coche pisaba la calle, las emisiones se disparaban.


Multa histórica


Ahora, Volkswagen se enfrenta a una posible multa de 18.000 millones de dólares -a razón de 37.500 por vehículo- sólo en Estados Unidos, país en el que Volkswagen ha vendido 482.000 coches con los motores que están bajo el punto de mira, los 2.0 TDI. Eso sin contar el resto de coches vendidos en todo el mundo, unos 11 millones, según la propia marca.


Nada más descubrirse el engaño, países como Alemania, Francia (en su cruzada particular contra el diésel) y Corea del Sur, anunciaron que investigarían las emisiones de estos coches.


Por lo pronto, el grupo ya ha reservado 6.500 millones de euros para hacer frente a lo que se les viene encima: Llamadas a revisión para ajustar los coches, posibles recompras, pleitos particulares… A toda esta sangría que promete dejar la cuenta de Volkswagen “tiritando”, hay que sumar su descalabro bursátil. Las dos jornadas posteriores al destape de la impactante noticia, la firma perdió 26.000 millones de euros en la Bolsa alemana.


“La hemos cag… por completo”


El engaño le puede salir muy caro a Volkswagen, que necesitará un buen lavado de cara, y unas cuentas campañas y estrategias comerciales eficaces para remontar en el mercado. No es de extrañar que por eso, el director ejecutivo de la firma en Estados Unidos, Michael Horn, utilizase la expresión “la hemos cag…” para referirse al escándalo. La cierto es que solventar la situación va a ser harto complicado para los alemanes, y esos nuevos aires se espera lleguen tras la dimisión de Martin Winterkorn, presidente de la compañía hasta el 23 de septiembre. Su sucesor, Matthias Müller, llega tras permanecer al frente de Porsche durante todo un lustro.


Se avecinan meses complicados para Volkswagen y el grupo VAG, ya que tanto Audi (con 1.2 millones de vehículos afectados) como Seat (con 700.000), montan los mismos motores que la marca matriz. Las mecánicas diésel vuelven a estar bajo el punto de mira por sus elevadas emisiones, y es de esperar que otras marcas puedan verse envueltas en investigaciones.


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