¿Motores de plástico para el futuro?


Las normas europeas anticontaminación son (y serán) cada vez más restrictivas. Para adaptarse al límite de emisiones, los fabricantes están recurriendo a diferentes medidas como la turboalimentación o el Downsizing (reducir las cilindradas manteniendo las potencias). La meta es conseguir motores cada día más eficientes.


Algunas empresas quieren llevar los motores un paso más allá y reducir su peso hasta en un 20%. ¿Cómo? Usando plástico. Y es que según los investigadores Fraunhofer Institute for Chemical Technology, en colaboración con la empresa japonesa Sumitomo Bakelite, especializada en plástico, utilizar plástico en muchas partes del motor de combustión permitiría bajar el peso de los motores. Este material es incluso más práctico que el aluminio o la fibra de carbono.


En el primer prototipo se ha usado plástico compuesto por un 55% de fibra de vidrio y un 45% de resina plástica termoestable. Al mezclarse, se inyectan en un molde, y una vez endurecido, se obtiene una pieza más ligera que si se hiciese en aluminio, y más barata que la fibra de carbono.


Sus creadores no solo hablan de menos peso, sino de una mejora de consumo de combustible, así como menos ruido y menos calor. Sin embargo, lejos de estar preparado, a este motor aún le queda un largo recorrido, pues se debe comprobar su funcionamiento a altas temperaturas, así como vibraciones.