Mitos resucitados

En el mundo del motor existen multitud de mitos que, en su día, revolucionaron el sector. Ya fuese por su condición de matagigantes, por su revolucionaria concepción o por las sensaciones que transmitían al conducirlos; Hay coches que se ganaron el corazón de muchos entusiastas. Y aprovechando ese mito, las marcas automovilísticas han resucitado a estas máquinas actualizándolos a los nuevos tiempos aunque siempre manteniendo su espíritu. Te presentamos un repaso por alguno de esos mitos resucitados.


Ford GT 2016



Presentado en el Salón de Detroit celebrado a mitad de enero, el nuevo superdeportivo de la marca del óvalo monta un motor V6 Ecoboost biturbo de 600 CV. Sin embargo, lo más llamativo es su aspecto exterior. Si bien conserva alguno de los trazos de su antecesor, el Ford GT40, la depurada aerodinámica ha mutado este biplaza en lo que parece un auténtico avión de combate. Si es capaz de repetir las azañas de su abuelo, venciendo a Ferrari en Lemans de los 70, sólo el tiempo lo dirá.


Honda NSX



Otro de los mitos resucitados ha aparecido también en la feria americana de Detroit. Hace 25 años, los nipones presentaron al mundo un deportivo biplaza de motor central puesto a punto por el mismísimo AyrtonSenna. En aquel momento, el NSX rivalizó con coches muy superiores en precio a él, como Ferraris y Porsches. Ahora, un cuarto de siglo después, el superdeportivo nipón monta una motorización híbrida que lo catapulta hasta los 500 CV y posee una carrocería muy trabajada aerodinámicamente.


Toyota GT86



En los años 80, Toyota sacó al mercado el denominado “deportivo para todos”. Se trataba del Corolla AE 86, un compacto derivado del Corolla, con tracción trasera y un motor de 135 caballos. Pese a su “escasa” potencia, el AE86 se convirtió rápidamente en un coche de culto para los aficionados al drifting por su trasera “juguetona”. Casi treinta años después, y fruto de una alianza con Subaru, Toyota revivió el mito con el GT86, propulsado por un motor Bóxer de 200 Cv y con tracción trasera. Alabado por la prensa especializada, el GT86 va camino de repetir los éxitos que cosechó su abuelo en el panorama de las competiciones de derrapes.