París se desenamora de los coches diésel

La Organización Mundial de la Salud declaró en 2012 cancerígeno el humo que expulsan los tubos de escape de los coches con motores diésel. Desde entonces, en Europa se han creado normas para limitar esta contaminación, incluyendo sistemas como el Filtro Antipartículas (FAP) o la inclusión del AdBlue para la norma Euro VI. Varias ciudades, como Londres y Madrid, limitarán el uso de vehículos contaminantes en cascos urbanos. En Milán, el gobierno de la ciudad pagará 1,5 euros al día a quien deje aparcado el coche en el garaje. París va un paso más allá, ya que su alcaldesa pretende eliminar por completo la presencia de los petroleros en sus calles.

Adiós al diesel en el centro urbano de París

Los vehículos diésel suponen un 65% del parque automovilístico parisino. Por esto, Anne Hidalgo, alcaldesa de París, limitará la presencia de vehículos de gasóleo en sus calles, esperando que en 2020 no quede casi ninguno circulando por la ciudad. Estas medidas pasan por limitar la velocidad máxima a 30Km/h en el núcleo urbano, incentivar la compra de coches eléctricos, rebajar las tasas e incluso reservar ciertas zonas de París a estos coches. Además, para complementar estas medidas, se fomentará el uso de transporte público y del coche compartido. A día de hoy, el gobierno parisino ha eliminado las ventajas fiscales de los diésel y aumentando el precio del carburante 2 céntimos por litro. Ahora sólo queda esperar a 2020, año en el que la ciudad del amor rompa definitivamente con los coches propulsados por gasóleo.

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