España permitirá la circulación de vehículos autónomos



El avance de las nuevas tecnologías es imparable, y el de los vehículos autónomos no iba a ser menos. Estos sistemas ocupan cada vez más tiempo (y recursos) en los programas de los fabricantes, que se han enfrascado en una batalla por ver quién es el que posee el más avanzado en cuanto a conducción autónoma se refiere. Sin embargo, para certificar ese avance es necesario contar con escenarios que pongan a prueba a estas máquinas. En este contexto, la Dirección General de Tráfico ha autorizado a estos coches circular por las carreteras españolas, utilizando nuestra geografía como campo de pruebas. Algunos estados de EEUU y Reino Unido ya dieron este paso antes.


En nuestro país solo hizo falta una semana desde el anuncio para que los fabricantes se decidieran a probar sus vehículos. El primero ha sido el Grupo PSA, que, decidido hacer historia en nuestro país, recorrió con un C4 Picasso autónomo la distancia entre sus factorías de Vigo la madrileña ubicada en Villaverde. En total, 599 kilómetros recorridos “sin manos”. Así, PSA se ha posicionado como la primera marca que consigue un permiso para circular de manera autónoma por las carreteras de España.


La conducción autónoma se basa en la adaptación de la velocidad, de la distancia de seguridad y del hecho de adelantar, para lo que los vehículos cuentan con radares y cámaras que ubican al resto de coches e incluso calculan su velocidad. Además, un sistema de GPS traza el camino a seguir y una centralita, que actúa como el cerebro del coche, toman decisiones en base a los datos que recogen sus “ojos”.


Cada fabricante maneja sus propios plazos para la llegada de esta tecnología al usuario final. Algunos estiman que la llegada de estos coches debería producirse allá por el 2030, mientras que la propia Citroën estima que dentro de poco más de tres años, en 2018, los primeros automatismos estarán en la larga lista de extras.


Sea como sea, aún queda un largo camino por recorrer y , a pesar de ser una tecnología muy desarrollada, aún quedan miles de horas de ensayos que corrijan los problemas que puedan surgir y que doten a esta Inteligencia artificial de rodaje en carretera real, acumulando experiencia y resolviendo problemas inesperados, como aquel del coche de google con una bicicleta.


Por otro lado, la legislación respecto a estos vehículos se limita a la autorización dada por la DGT para llevar a cabo ensayos, pero aún habrá que ver como se planteará el marco jurídico en el que se muevan estos coches, y dejar bien claro, por ejemplo, de quién es la responsabilidad en caso de accidente de estos coches.


La conducción autónoma es un largo viaje que acaba de comenzar.


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